Los sistemas cardiovascular y respiratorio se ven afectados
de la misma forma. Para una persona que hace poca actividad, y por tanto con un
corazón y unos pulmones poco adaptados para hacer esfuerzos, cualquier
actividad extraordinaria como: subir un tramo de escaleras, transportar un
objeto pesado, jugar a la pelota, etc., le producirán un grado de fatiga considerable.
El ritmo cardíaco y respiratorio se alterarán tanto que se verá obligada a
realizar estas tareas lentamente, teniendo que pararse a descansar en algunas
de ellas.
Practicando ejercicio regularmente se eliminan las
consecuencias de la vida sedentaria, sustituyéndolas por múltiples beneficios,
que podrían resumirse en uno: AUMENTAR LA CAPACIDAD DE MOVIMIENTO Y HACER
COSAS. Favoreciendo así tu vida en general, tu trabajo y tu tiempo de ocio.
Existen cuatro cualidades físicas básicas que son:
- Resistencia. Es la capacidad de realizar o mantener
un esfuerzo durante un tiempo prolongado, es decir, durante el mayor tiempo
posible.
- Fuerza (potencia). Es la capacidad que nos permite,
mediante acciones musculares (contracción), vencer una resistencia u oponerse a
ella; y en algunos casos crear la tensión suficiente para intentarlo.
- Flexibilidad. Es la capacidad de mover el cuerpo o
alguna de sus partes con gran amplitud, sin producirse daño, gracias a la
movilidad articular y a la elasticidad de los tejidos.
- Velocidad. Es la capacidad de hacer uno o varios
movimientos en el menor tiempo posible. Tiempo que se tarda en cubrir una
distancia determinada (menor tiempo
posible).
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